Cuando mi amiga del alma me dijo: Lala se acercan mis cuarenta, qué hago? pues mi respuesta fue inmediata, FESTEJARLOS!!!
Pero son cuarenta, Lala!!!
Cuando una llega a los cuarenta, aparte de festejar esta única aventura increíble, que es estar vivas, tenemos que darnos cuenta, que si llegamos hasta aquí significa, seguro, que sabemos lo que es llorar de dolor, de alegría, de decepción, y de emoción. Si a esto le agregamos que ya somos madres, no importa de cuantos, entendemos, lo que es realmente dejar todo por ellos, lo que significa que somos las mujeres más generosas del mundo, si no somos madres, da igual, seguro somos profesionales, o tenemos nuestro propio negocio, o nos mantenemos solas sin ayuda de nadie, eso es igual de sacrificado, también se festeja. Si somos las dos cosas anteriores, y encima todavía tenemos al lado al mismo hombre, padre de nuestros hijos, ya eso mi vida, con bombos y platillos; vale también si tuvimos el coraje de dejarlo, o las ganas de tener otro, eso ya es para festejar con un pastel doble de chocolate. Pero lo más importante, es llegar, mirarnos al espejo, y que nos guste lo que vemos, con alguna arruguita que antes no teníamos, con algunos kilos de mas, con alguna que otra cana, que siempre queremos disimular, y con un montón de sueños aun por cumplir. Eso amiga mía, es lo que tenemos que festejar.
Por eso, nos pusimos manos a la obra, y organizamos una fiesta muy a su estilo, al aire libre, comiendo sano, con una decoración simple, pero bien pensada, con un pastel que lleva las dos cosas que más le gustan, las flores y frutos rojos, y lo que en un festejo nunca puede faltar, todos los seres queridos que la han acompañado desde siempre, o se han ido incorporando en el camino. Esto resultó una maravilla.
Cuéntame qué tipo de cuarentona eres, los has festejado o te falta un poco y no sabes cómo?